Esta mañana he asistido al desayuno organizado por Zaragoza Global (Jesús Blanco)y el Ayuntamiento de Zaragoza (Elena Allué) para intertar unificar criterios en la estrategia a seguir para difundir la @marca_zaragoza en el entorno de los medios sociales.
Entre multitud de ideas he intentado ofrecer mi visión más comercial, que a mi entender, debe ir de la mano de la parte más técnica que pueden ofrecer los usuarios más conocidos y activos en la red. Es evidente que el reto de la ciudad no está en tener una variedad de canales 2.0, se trata de tener una presencia estratégica y proactiva en la red, enfocada en tres acciones clave: "estar, escuchar y participar".
Pero para llegar a esto con un nivel digno de representación, debemos implicar a mucha más gente, empezando por nuestra propia ciudadanía, en el uso de las redes como método de expansión de la marca. Es claro, y estoy de acuerdo con todos los que han apuntado que por sí solos, son los usuarios el verdadero motor de arranque para nuestra imagen dentro y fuera de nuestras fronteras.
Empezando siempre por la concienciación de nuestros propios habitantes en el empleo de las nuevas tecnologías (o no tan nuevas...), deberíamos hacer partícipes a estos usuarios de las estrategias 2.0 que la ciudad ponga en marcha, escuchar, participar y tomar como referencia el grado de implicación y/o aceptación de las mismas, antes de lanzar un nuevo proyecto o producto municipal (no sólo difundirlo una vez establecido).
Y ahora viene mi idea más clara... También hay que vender.
Para que esto sea posible, es necesario utilizar soportes de comunicación tradicionales en conjunción con los medios sociales, como sí que se ha venido haciendo hasta ahora en las iniciativas y el lanzamiento de campañas por parte de la ciudad. Pero creo que sigue faltando el mensaje que haga que la gente se involucre en el desarrollo de la imagen de Zaragoza dentro de la red.
Creo que una de las herramientas a utilizar es establecer vínculos, sinergias y acuerdos publicitarios con portales públicos de otras comunidades, así como webs corporativas privadas con gran repercusión mediática en su comunidad o zona de influencia. También con directorios de empresas, para favorecer la imagen profesional de la ciudad y con portales clave de turismo a nivel nacional.
En definitiva, esas sinergias son la base para establecer el mayor número de contactos posibles, por la afluencia de tráfico que generan y así, en una segunda fase, segmentar el potencial visitante y poder aportar contenido de calidad, enfocado a nuestro potencial turístico, cultural y empresarial. Lo mismo se aplicaría si hablásemos a nivel internacional.
Porque como reza el slogan de la marca, Zaragoza es una ciudad para vivir, trabajar y visitar.
Creo que uno de los errores en los que podemos caer es precisamente no ser capaces de establecer unos presupuestos acordes con las exigencias de cada campaña o con los medios empleados para difundirla. Al final, se busca la rentabilidad para la ciudad, pero antes debemos saber, a través de los medios sociales, si a los ciudadanos les parecen rentables las acciones propuestas. Y reitero, los usuarios deberían ser la voz de Zaragoza en la red para que cualquier proyecto municipal tuviese éxito.
